El 15 de octubre en París comenzará una audiencia en uno de los casos judiciales de más alto perfil en la industria de la moda (a excepción del escándalo con John Galliano): la casa de Balenciag pretende demandar a su exdirector creativo 7 millones de euros por violación de los términos del contrato.
Nicolas Ghesquiere, ahora ex diseñador de la casa parisina, renunció en noviembre pasado, seguido de una entrevista muy sincera con System, criticando a sus empleadores. En particular, acusó a Balenciag de "carecer de una dirección clara" y describió en detalle cómo estaba literalmente "exprimido, como si quisieran robar mi identidad".
Los coloridos comentarios de Ghesquière sobre su trabajo en Balenciag son una violación directa de los términos de un contrato que el diseñador firmó cuando dejó el cargo. Según este contrato, Ghesquière se ha comprometido a no realizar ningún comentario que pueda dañar la imagen de Balenciaga, su propietario Kering, accionistas y socios.
Como resultado, Balenciag tiene la intención de ganar la cancha y recibir una compensación del diseñador por un monto de 7 millones de euros. La decisión, como predicen los expertos, el tribunal no emitirá antes de la primavera de 2014.