El diseñador está intentando que el grupo Kering libere sus últimos compromisos.

Hedi Slimane ha iniciado una demanda contra su antiguo empleador, el conglomerado Kering, propietario de las marcas Saint Laurent, Alexander McQueen, Balenciag y Gucci. Como varias publicaciones informaron recientemente, bajo un contrato, después de dejar la casa de moda parisina, Slimane no tiene derecho a mudarse a otra casa y participar en actividades de diseño durante un año.
Tales cláusulas en los contratos son comunes en la industria de la moda. Por ejemplo, aún hoy no tenemos confirmación de que Raf Simons asumirá el cargo de director creativo en Calvin Klein, ya que está vinculado por la negativa a competir con la casa Dior (su mandato finaliza en julio de este año).
Se rumorea que Hedi Slimane dio un paso tan inusual después de que la casa de París publicara la primera campaña publicitaria, creada bajo la dirección de Anthony Vaccarello. Según el contrato, el nuevo director creativo puede adquirir todos los derechos solo en octubre. ¿Por qué no debería Slimane comenzar a continuar su carrera antes de la expiración del contrato? Kering también calificó el movimiento del diseñador como una codicia por obtener ganancias, aunque señalaron que respetan sus servicios a Saint Laurent.